jueves, 14 de mayo de 2009

Nazi zombies

Aún no entiendo como es que sucedió.

Llevaba varios dias sin dormir, cansado, exasperado, asi que recuerdo que llegue a casa después del trabajo, tire el back pack de la computadora portatil y solo hizo un ruido suave al caer sobre la alfombra.
Me senté, me quité las botas y ese sofa me pareció tan tentador que no me resistí y me quedé profundamente dormido en él.

Desperté sobresaltado, el corazón me latía como una maldita bomba atomica y sentia mi pecho dos tallas mas chico que cuando me acosté. El corazón bombeaba sangre como una máquina y el sudor habia mojado mi espalda y mi vientre.

Me puse de pie, y caminé en dirección a la ventana, levanté la cortina y vi con terror que ya era de noche, pero no había luz.

Se habia ido.

Encendi una vela y recuerdo que grité a mamá para saber en dónde se había metido pero apenas escuche un murmullo.

"shh, nos van a oir" me dijo casi en un suspiro.
Me quedé con cara de interrogación y volvi a ver por la ventana.


Entonces los vi parados en la esquina, la oscuridad no me habia permitido ver que habia grupos y grupos de ellos, viendo a la luna hermosa que apareció de entre el banco de nubes.

Todos, como si oraran a un Dios que ya no estaba en este planeta, todos ellos, con sus ropas gastadas o rotas, llenas de pus, sangre y otros fluidos añejos miraban a la luna.

"que cara..." pero aun no acababa la oración y volteó hacia mi ventana uno, luego otro, y otro más, como si en el gesto de ese primero los demás hubieran entendido que habia carne fresca, carne viva de dos personas que ante el ver volver a los muertos cobrar vida se habian refugiado en su propia casa.

Cerré la cortina, rápido, con miedo.

Buscaría la escopeta, y usaria cada cartucho en ellos para salvarnos, la encontré, meti los cartuchos uno a uno y rapidamente como tantas veces mamá me enseñó cuando era más pequeño y espere, levante la cortina con precaucion y vi como todos estaban mirando de nuevo, todos con esos ojos brillantes, luminosos como bombillas amarillas y sin más se echaron a correr hacia mi.


Corté cartucho de la escopeta y espere a que estuvieran a distancia suficiente para que un disparo alcanzara a varios.

En eso desperté sobresaltado y bañado en sudor.

Mi madre estaba ahi, alterada por mis gritos me habia despertado.
Le conté el sueño. Me reí, y ella sonrió como todas las madres sonrien y encierran la calma del paraiso en ese gesto.

"Jovencito, vas dejando de jugar esas porquerias de juegos!" me dijo
y nos reimos.


me sequé el sudor con una toalla, y caminé a la ventana.
Allá, en el cielo, había luna llena.

3 comentarios:

La chica de la farmacia dijo...

No me gustó el sueño... Me alegra que despertaras...

Hace mucho frío en Buenos Aires, espero que allí el sol haga tus días más amenos...

Un abrazo Nocturne! Cuidate :)

Lucy dijo...

Jajajaja no mancheees ¿Por qué no tengo sueños así?

Eso te pasa por jugar con loz zombies nazis con el Marco, un día te va a pasar de verdad (y por lo tanto a todos nosotros, weee!)

Saludillos *-*

I. dijo...

No inventes!!!!

Cuando me contaste tu sueño me dio miedito, pero ahora que veo los zombies nazis que dices buaaaaaaaaaaaaaa :( me da mas miedito y hasta desesperación!!!!

Pero por suerte solo fue eso, un sueño...

Besitos, te amo.

:* ;)