Sabía que habia algo raro en el ambiente, lo supe de inmediato llegamos al pueblo, ese olor a campo no estaba más en el aire.
Habia olor a miedo, la misma gente nos veia a Isabel y a mi al pasar, pero no era miedo a nosotros, fuereños que solo ibamos a vacacionar ahi por la temporada de verano, no, era un miedo enfocado a algo superior que poco a poco llegaría.
La casa estaba en lo alto de una colina, y desde donde se podia ver el montón de casas al pie de ésta.
Una casa de un piso, sin embargo, bastante amplia: varias recamaras, un sanitario con tina y una sala amplia con numerosas ventanas nos ahorraba la necesidad de prender la luz.
Después de instalarnos y asearnos dejamos el jeep en la entrada y decidimos visitar a conocidos de mis padres, informarles que estariamos ahi por un par de semanas y ponernos al tanto de la vida en el lugar.
A eso de las 7 de la noche el pueblo se quedaba callado, las calles solas y las farolas encendidas eran un brevisimo recuerdo de mi infancia ahi, al pasar frente a las casas se apreciaba el tipico color azul del televisor encendido, pero no esta vez.
Caminamos por las calles y no habia nada, todo cerrado, sabiamos que habia gente porque al llegar en la mañana habiamos visto al pueblo con su actividad normal, tipica, gente saludando, hombres, mujeres, niños gritando y saludando cortesmente pero a las 7 de la noche ya no habia nada, ni siquiera las tiendas estaban abiertas.
Quizás ya esten dormidos - me dijo Isabel y le conteste que si, ambos sabiamos que algo estaba mal, como si algo estuviera fuera de lugar, pero nos quedamos callados.
Volvimos a casa, me sente en el portico, se veian las calles, pero insisto: vacias, me dieron las 10 de la noche ahi sentado, prendi un cigarro, Isabel se sentó a mi lado y compartimos una lata de refresco.
-Que raro, a esta hora por lo menos escuchas la música de una que otra cantina, o al menos ves pasar a las camionetas de los jornaleros, pero mira, no hay nada en el pueblo.
-A lo mejor porque es domingo - Dijo Isabel, se acabo el poco refresco que quedaba y nos metimos a dormir.
En la madrugada oi ruidos, como si estuvieran en la cocina, me desperte entre adormilado y sediento, es comun que en el campo una que otra vez se meta un mapache, toche o tlacuache a la cocina y se encargue de algo que se haya quedado sin guardar de la comida del dia, pero no, no habia nada.
Abri el refrigerador y habia agua, refrescos, y una jarra que no recorde que tuvieramos pero que seguramente Isabel compró en esos bazares que le encantan.
Tenia un liquido rojo, efervescente como refresco.
Lo bebí, sabia un poco a ese jarabe que mi madre me daba de niño y que era un suplemento a base de hierro, pero tambien sabia a cereza, no se como ni cuando pero volvi a la cama...
Desperte a las 10 de la mañana y...
(continuará)
2 comentarios:
Quiero mas historia :d.. tengo mi teoria... esperare la segunda parte...
sabes me trasladaste a cierto lugar de juarez en un segundo piso, donde todo olia raro, y llevabamos un trato muy cordial que despues se volveria en camaraderia.
como en aquellos tiempos: Muy buen texto hermano, me encanta como va narrando poco a poco y sin perder cada detalle de sus escenas
Despertaste a las 10 de la mañana y... ???
Amor no nos dejes en la espera de la segunda parte de la historia por favor que me quede picadita!!!
Coincido con tu amigo "Louis", me gusta la manera en que narras y logras que me imagine hasta el más minimo detalle...
Quiero más!!! jijiji
Te amou..¨*
:*
Publicar un comentario