Cigarros...*

Voy a iniciar mi viaje en uno de estos barcos-carta a donde el destino me lleve.

Es un barco hecho con las cartas que te envié, que son tantas que el mar en la noche tiene un color negro que contrasta con estos pequeños barquitos de papel, voy a bordo de uno que está en blanco, un barquito de papel hecho con una hoja en blanco, sin destino ni rumbo fijo, sin saber a donde llegará ni cómo ni cuándo será usado, así, en el mar negro, a bordo de mi embarcación frágil y blanca. Creo que he pasado por otros mares, por otros caminos para llegar aquí, y puedo decir sin temor a equivocarme que el destino nos puso aquí, en esta encrucijada a medio mar, con cierta ironia porque en el mar no hay caminos solo rutas guiadas por las estrellas, la luna, ni el gps más moderno nos podría decir a donde ir.

Querida Isabel Daza,  los caminos nos llevaron a probar aguas distintas, hoy estoy aquí, escribiéndote y esperando respuestas que solo tú sabes si llegaran o no, pero al menos volviste en cierta forma.  He dormido en esta playa hasta que amaneció, ya sin comer y con deshidratación he esperado a la noche otra vez, cuando esta playa muerta parece revivir, decido volver al auto y manejo, en el las luces de los faros brillan enormes en la vieja carretera empolvada por la arena, fumo unos cigarros que traía y que sé que debo dejar mientras en la radio ponen estas viejas canciones de alguien abandonando a alguien y alguien traicionando a alguien… Sabes? Creo que hasta podrá extrañar estas noches vacías de ésta vida vacía, porque quizás algún día me ames como lo necesito ahora y tal vez no tenga que esperar tanto a eso o tal vez si,  pero por mientras, la paso regular conmigo mismo, con los cambios de mi vida que no la afectan tanto pero que mientras me mantienen pensando en lo que pudo haber sido, pero mientras no dormiré, tampoco quiero soñar sabes? Porque en muchos de mis sueños apareces tú.   Te pregunte una vez si eras feliz, me dijiste que medianamente. Quiero que seas feliz como éramos antes, o tal vez mucho más, pero para eso déjame quitarte el miedo . Q uizás algún día me ames como lo necesito ahora y tal vez no tenga que esperar tanto a eso, pero mientras, tengo mis cigarros y ésta vieja carretera vacia.