viernes, 13 de abril de 2012

de los fantasmas....

Voy a hacer esto lo más raro y ambiguo posible, creo que después de todo era necesario hacerlo, no tanto por lo que es, sino para exorcizar a los demonios y hacerlos correr.
Tenia mucho tiempo que no entraba al viejo edificio azul que solo un par de ocasiones visité, seguia siendo frió, con las mismas paredes azules a dos tonos, la franja intensa arriba, la azul suave abajo, exactamente a la mitad de cada pared y las puertas y ventanas transparentes con el metal pintado en blanco, con unas cortinillas suaves que ocultaban todo el interior, el tipo en mosaico se veía limpio y unas cuantas plantas en las esquinas de la estancia principal hacían que el ambiente se respirara tranquilo, aunque melancólico y sumamente triste.

Hasta que vi a R.... ahi estaba, adormilada en una de las habitaciones, se veia hinchada, supusé que era por el dormir, exactamente qué hacia ella en ese sitio? llegue al mostrador de la estancia principal y una enfermera monja o monja enfermera me pregunto el por qué de mi visita, di el motivo y me dijo que tenia que esperar a la trabajadora social, no eran horas de visita y solo en mi caso harían una excepción a las normas por la premura de la visita y la situación de la paciente.

Esperé casi hora y media cuando una mujer llegó, estaria en sus cuarentas pero tenia un semblante de una persona mayor, sumamente apurada y con unas carpetas bajo el brazo izquierdo mientras que con la derecha llevaba un manojo de llaves que sonaban al compás de su caminar.

En efecto, era la trabajadora social, antes de hablar conmigo me dejaría pasar con R, así que aproveche y en cuanto me autorizaron me escabullí a la habitación, cercana a la estancia principal y la vi, a esa hora dormía y su respiración era tenue, despertó simplemente abriendo los ojos y me percibió a su lado, sentado, no me sonrió, solo me dijo: hey, y yo le sonreí un poco, habría sido totalmente estúpido preguntar un "cómo estás?" pero mejor le di un hola y esperé que dijera algo, como no lo hizo lo intenté: vine tan pronto como recibí tu mensaje, pero no sabia qué querías. Tengo muchas preguntas pendientes después de todo este tiempo, qué paso? qué parte de la historia que soy protagonista me perdí?

Cerro los ojos y se dio la vuelta en la cama, dándome la espalda, su espalda que muchas veces toque desnuda con mis manos, estaba ahí, envuelta en una bata blanca con dibujitos que seguramente su familia habrá escogido para ella.

No me habló más, bajé la vista desconcertado  y le alcance a decir a media voz: qué haces aquí? qué clase de clinica es esta? por qué desapareciste hace más de 6 años?

Sin más me lo dijo, su voz sonó casi como un murmullo: es una clínica para las adicciones, estoy embarazada y no sé si pueda tenerlo.

Sin más, me puse de pie, y salí de ese sitio. Al fin sabía qué clase de sitio era....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y sí... ya no valía la pena seguir allí.
Me da gusto que escribas, teacher. Tenías tiempo sin "entrar en este edificio" (¿o era yo la perdida?). Como sea, los reencuentros saben bien.
Un besote grande. Y un abrazo.